No solemos ser conscientes de la existencia de la garganta salvo cuando se nota molestias en ella, en este caso frecuentemente se realizan movimientos deglutorios repetidos y carraspeos para intentar aliviar y autochequear la molestia. Son estos actos los que producen a su vez irritación mucosa, hipersensibilidad y distensión de la musculatura que en la mayoría de los casos mantienen o incluso agravan los síntomas pasando a ser una molestia crónica de la garganta y que no debe ser confundida con la faringitis crónica.

La exploración otorrinolaringológica, fundamentalmente mediante la fibronasolaringoscopia muestra frecuentemnte la existencia de secreciones claras con efecto de batido (con burbujas) producidas por el movimiento ascendente y de frotación de la laringe y el velo del paladar durante la deglución, en menor medida se puede advertir cierto edema en la región posterior de la laringe y un poco de enrojecimiento de las cuerdas vocales. Una posible causa del cuadro es el reflujo gastrofaringeo en cuyo caso se aprecia un notable enrojecimiento en la hipofaringe-laringe.

Las causas desencadenantes frecuentes son: - Episodio agudo de faringo-amigdalitis - Hiperfunción vocal - Pirosis y reflujo gástrico (como se señaló) - Ronquido - Trastorno hipocondriaco de la personalidad y estress

Los síntomas solos o asociados son: - Sensación de secreciones en la garganta - Dolor en el cuello (habitualmente a nivel del asta mayor del hioides y mas intenso en un lado que en otro) - Debilidad de la voz hablada y cantada - Tos seca - Episodios de sofocación por espasmos de laringe - Sensación de presión o nudo en la garganta

El tratamiento, una vez descartada la existencia de alguna patología general o local, consiste en convencer al paciente para que deje la costumbre de tragar en seco constantemente y actuar contra las posibles causas antes descritas